El cristal laminado se fabrica mediante el proceso de laminación, en el que se pegan dos o más capas de vidrio entre sí con una capa intermedia de polímero.
El proceso de fabricación del cristal laminado, ofrece como resultado un cristal más grueso y más resistente que el cristal normal. Se utiliza principalmente en la fabricación de ventanas y puertas de seguridad y en aplicaciones de protección contra el ruido y el clima, formando un vidrio sólido y homogéneo.
Cuando se rompe el cristal laminado, las capas de vidrio se mantienen juntas gracias a la capa intermedia de polímero, lo que hace que sea más seguro que el vidrio normal. También tiene propiedades aislantes, térmicas y acústicas superiores a las del vidrio normal.
El cristal laminado se puede fabricar en diferentes colores y patrones y se puede utilizar en una amplia variedad de instalaciones como pueden ser las barandas de cristal, mamparas divisorias, techos de cristal, etc.
Hay diferentes tipos disponibles en el mercado, cada uno con sus propias características y usos. Por ejemplo, si añadimos vidrio templado a uno de ellos, obtenemos un nivel extra de seguridad, ya que es más resistente que el cristal laminado normal y también nos ofrece una sensación de mayor privacidad.
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